martes, 19 de febrero de 2013

El fallo del sistema económico


A la vista de la actual situación económica, está claro que el sistema que rige la economía mundial ha fallado. Ha fallado, sí, y cada persona dará un motivo distinto. Unos hablarán de acuerdo a sus ideas políticas, otros dirán que vivíamos por encima de nuestras posibilidades…

Lo más cierto es que quizá no sea tanto un fallo de un sistema que aparentemente funcionaba, sino de quien lo manejaba. Porque nada es infalible, y si se gestiona mal, más probabilidad hay de que acabe fallando. Y para ilustrar esto, basta con abrir cualquier periódico. En lugares afectados por la crisis se descubren constantemente casos de corrupción. Y lo más triste es que llega un punto en que no sorprende a nadie.

 
El problema podría ser ese, que nunca pasa nada. Una declaración pidiendo perdón, una dimisión, o a veces ni eso, y todo está olvidado. No es sorprendente entonces que los niveles de corrupción sean tan asombrosos, no se hace ningún intento por frenarla. Puede que nadie tenga el valor de hacerlo, porque temen que a su vez se les descubra a ellos y sus ‘‘negocios’’.

Llegados a este punto, debemos recordar que la economía es mucho más complicada. Sin duda, la actual situación financiera es fruto de multitud de factores. Pero, indiscutiblemente, la corrupción y la ineficacia no ayudan en nada, y son estas la que allanan el camino para crisis como esta. Una mejor gestión podría haberla evitado, o al menos minimizado. Esto lleva a pensar que, en ocasiones, la responsabilidad recae sobre quien no tiene la capacidad de portarla; y el resultado, ya se ha visto.
 
Sergio Fernández Blanco

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